Día 6 : Excursión a Cesky Krumlov y Hluboká

Cesky Krumlov es una pequeña ciudad medieval que se encuentra en la zona de Bohemia, a unos 160 km al sur de Praga, ubicada en un recodo del río Moldava. 

Llegar hasta Cesky Krumlov en coche desde Praga es muy fácil ya que las carreteras en Chequia se encuentran en muy buenas condiciones y está todo muy bien indicado. Tardamos aproximadamente 2 horas en llegar y, una vez allí, no tuvimos problemas de aparcamiento ya que hay varias zonas donde se puede dejar el coche para todo el día, es una ciudad muy turística. 

El edificio más relevante, sin duda, es el castillo de Cesky Krumlov. Ésta era la primera visita que queríamos realizar aunque al llegar resultó que los lunes estaba cerrado, menudo chasco!!! De todas formas, se podía pasear libremente por todo el complejo y por los diferentes patios, incluída la Torre del Castillo desde la cual había unas vistas estupendas.

República Checa vistas desde el Castillo de Cesky Krumlov


República Checa vistas desde el Castillo de Cesky Krumlov


República Checa vistas desde el Castillo de Cesky Krumlov


República Checa Castillo de Cesky Krumlov patio del Oso
Castillo de Cesky Krumlov, patio del Oso
Después de pasear por el recinto del castillo fuimos bajando a pie hasta la ciudad, el casco antiguo de Cesky Krumlov es en realidad una pequeña isla rodeada por el río Moldava, muy bonito, lleno de tiendas, bares, restaurantes... incluso había un pequeño mercadillo medieval. 

No hay que perderse la Plaza del Ayuntamiento ni la iglesia de San Vito, que queda justo detrás de la plaza. La verdad es que Cesky Krumlov es una ciudad para pasearla y disfrutar de sus calles, plazas y rincones. 

República Checa Cesky Krumlov
Orilla del Moldava
República Checa Cesky Krumlov casco antiguo
Fachadas del casco antiguo
República Checa Cesky Krumlov casco antiguo y torre del castillo
Al fondo, la Torre del Castillo
República Checa Cesky Krumlov plaza del ayuntamiento
Plaza del Ayuntamiento
A la hora de comer nos atrevimos a probar la famosa carpa checa, allí está muy bien considerada y es una de las comidas típicas de Nochebuena, aunque a nosotros no nos terminó de convencer y no la volvimos a pedir más.

Lo mejor del restaurante dónde estuvimos comiendo fue la terracita con vistas al río. El Moldava está habilitado para realizar kayak y canoa y resultó muy divertido ver a famílias y grupos bajar a toda velocidad intentando no caer al agua (algunos no lo consiguieron).

Ya por la tarde, de vuelta hacia Praga, decidimos acercarnos al Castillo de Hluboká, que se encuentra muy cerca de Cesky Krumlov. 

República Checa Castillo de Hluboká
Castillo de Hluboká
Éste era el castillo de la família Schwarzenberg, que decidió hacer de él su residencia en la zona de Bohemia y se gastó una fortuna en su reforma, sobretodo en los acabados interiores de las diferentes estancias.

La visita es muy interesante y muy completa, el itinerario incluye muchas de las salas interiores, ostentosamente reformadas, y varias exposiciones de armas que pertenecieron a la família.  

A la salida, merece la pena pasear un rato por los bonitos jardines que rodean la fortificación.


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